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Decálogo para crianza Con-Sentido
- Los límites hacen que los niños se sientan amados, agradecidos, tomados en cuenta, respetados.
- Cuando la disciplina no es impuesta sino guiada les da certeza y confianza en sí mismos.
- Siempre los criaremos desde el amor, la empatía y la compasión.
- Cuando llegan a nosotros están al 100% de su esplendor y potencia, es nuestra responsabilidad ayudarlos a que continúen de esa manera.
- Al construir memorias en positivo, generamos creatividad y les motivamos a querer más de la vida.
- Si les enseñamos a desarrollar un espíritu fortalecido podrán enfrentar mejor la vida y sus retos.
- Pongamos atención en la comunicación no verbal, las palabras educan pero nuestro ejemplo como padres siempre arrasa.
- Aprendamos a corregir desde el amor y no desde el ego como padres, ese que dice “yo sé más que tú".
- Recibimos de nuestros hijos la medicina que nuestra alma necesita, son nuestros mejores maestros.
- Nuestros hijos necesitan padres presentes no padres perfectos.
Nuestros hijos
- Son inteligentes y curiosos, llenos de sabiduría.
- Debemos aprender a dejarlos tomar retos y riesgos calculados en donde puedan poner a pruebas sus capacidades.
- Hay que darles confianza y empatía para poder ser ellos mismos y expresar sus emociones.
- Aprendamos a verlos con confianza y naturalidad sin imponer nuestros miedos o frustraciones.
- Busquemos inspirarlos y llenarlos de sueños y posibilidades, evitemos controlarlos.
- Su valor no depende de los resultados que obtengan, nuestro amor tampoco y ese siempre lo tendrán.
- Los hijos son libres, parte de nosotros, pero no son nuestra propiedad.
- Aprendamos a escucharlos sin juzgarlos, observarlos sin reprenderlos, sentirlos sin asfixiarlos.
PAdres consientes no perfectos
¿Qué tipo de crianza llevas?
Los padres conscientes no son padres perfectos, son padres presentes.
Son padres auténticos con sus emociones y nutren a sus hijos con el ejemplo y han dejado atrás la necesidad de ver a sus hijos ser exitosos.
Son padres que observan cada día a un ser imperfecto y lo aceptan sin juzgarlo ni querer cambiarlo. Llenos de dicha acompañan a sus hijos a descubrir un mundo desconocido.
Observan a sus hijos con detenimiento y buscan sumarse a su imaginación y juegos. Juntos experimentan e intentan lograr porque cualquier resultado es perfecto. El objetivo es estar juntos sin ninguna proyección de los padres.
Los padres consientes son los que permiten que sus hijos tengan emociones y no se sientan avergonzados, ni amenazados de sentirlos. Por el contrario los acompañan a descubrirlos.
Se enorgullecen cuando ven a sus hijos inquietos y curiosos porque saben que estas son cualidades extraordinarias para la vida.
Un padre consiente sabe contener a su hijo cuando se equivoca, cuando no logra lo que quería. Le enseña que la palabra fracaso no es más que una oportunidad para perseguir su sueño con más experiencia.
Un Padre Consiente reconoce que sus emociones no se deben proyectar a sus hijos pues es un peso que no les corresponde cargar.
Saben corregir sin generar miedo, ni castigo. Aplican con amor la regla de causa y efecto.
Los hijos ven a los padres y mimetizan los gestos, las sonrisas, las angustias, las alegrías.
Mamá, papá, tú que me lees, te invito a ver a tus hijos como una experiencia nueva de vida donde seas más observador, sin limitar sus procesos y sin querer quitar su iniciativa o imaginación. Promover los talentos y virtudes de los hijos es sostener un espacio de armonía y equilibrio para que puedan extender sus alas y crear un mundo lleno de posibilidades”.
Carina de los Santos Finan
Raíces y Alas...
“Como padres lo mejor que le podemos dejar a nuestros hijos son dos cosas: Raíces y alas… Raíces para sepan quiénes son y nunca olviden de dónde vienen. Alas para que puedan volar más allá de donde llegamos nosotros.”